¿Se puede hacer política al margen de los partidos políticos?
¿Qué puedo hacer como ciudadan@ para influir en la vida pública y mejorar la sociedad en la que vivimos?
No sé si nos hemos hecho estas preguntas alguna vez. Sin duda que algun@s sí
Vivimos en una época en que la ciudadanía ha perdido la confianza en las instituciones y la clase política. Pero para recuperarla no basta con conformarse con ir a las urnas cada vez que nos convoquen. Debemos hacer algo más, debemos ser partícipes de la vida pública. Ya no podemos conformarnos solo con quejarnos. Debemos ser parte activa. La ciudadanía parece que así lo ha comprendido y se ha puesto manos a la obra.
Primero fue el 15M que fue la chispa que encendió la mecha. La ciudadanía se movilizo ante la crisis, dando lugar a las mareas, la de educación, la de sanidad, la de pensionistas, a las asociaciones anti desahucios, los yayo flautas, estudiantes, movimientos feministas y en menor medida sindicatos de obreros. Todos han llenado las calles. Pero también se han utilizado otras herramientas. Como las iniciativas legislativas populares y en menor medida consultas y referéndums.
El ciudadano exige a la clase política, más transparencia y las asociaciones, más celeridad.
Pero este país no tiene mucha educación asociativa y reivindicativa, cuesta mucho sacar a la gente a la calle e implicarse. Así en las manifestaciones de diferente ámbito se suelen ver a las mismas personas que igual te paran un desahucio, que te protestan por la ausencia de camas hospitalarias, o contra los barracones escolares. Te encuentras a una presidenta de un AFA, que es a la vez vocal de una asociación de vecin@s y coopera también con una asociación cultural. Esto no es bueno del todo porque encierra a las personas en un mundo que como sucede con algunos políticos, puede hacer perder la perspectiva. Pero esto solo se soluciona con la implicación de toda la ciudadanía. No podemos conformarnos en votar y quejarnos en el bar o la plaza. Hay que dar el paso y actuar. Lo que venimos llamando empoderarse.
La ciudadanía puede tomar las riendas de su vida social. Actuar con sosiego pero con contundencia. Informarse, contrastar, pensar, actuar, pero hacerlo con la ayuda de las demás personas para tener fuerza. Las redes sociales han acercado la información a la ciudadanía, pero también la desinformación, las noticias falsas, las ideas dardo (esas que se lanzan y se clavan dejando el veneno) repito, informarse, contrastar, y pensar. Y luego, tomar la iniciativa.
Porque si tú no haces política. Otr@s la harán por ti