Estamos viviendo sin duda la peor crisis de los últimos 100 años. Porque mezcla la crisis sanitaria primero con la crisis económica que arrastrará.
Es una crisis mundial, pero también de valores. De esto aprenderemos dicen algunos. Yo viendo lo que está sucediendo espero que no
Solo tenemos que ver lo sucedido en la última cumbre europea, donde los países más ricos del norte, ponen fronteras y trabas a los del sur, echándoles la culpa de propagar una epidemia que tiene su foco precisamente en los países más ricos. Siendo conscientes además de que se han tomado medidas muy severas que ellos aún no han tomado. Desgraciadamente el SARS-CoV-2 no entiende de fronteras y de estatus sociales. Y a cada cerdo (en este caso muy apropiado), le llega su San Martín.
Pero no perdamos el hilo y volvamos a la tierra, a nuestra tierra. Donde los partidos de derechas, muy de derechas y ultraderechas y sus esbirros mediáticos han visto un filón para desgastar a un gobierno de izquierdas, (cuando digo de Izquierdas me refiero a la presencia de Unidas Podemos. Estoy seguro que si gobernara solo el PSOE, no sería lo mismo).
Al principio de la crisis parecía que había una tregua, pero ¡qué casualidad! que cuando se empezaron a tomar las primeras medidas, y estas favorecían más a la gente que al IBEX todo cambió. Primero, unas veladas críticas que se fueron propagando cono una pandemia. Con duros discursos sin razones, extensas publicaciones mediáticas sin pruebas y con opiniones falaces y vacías. Y, una campaña telemática de bulos y noticias falsas que la gente comparte sin contrastar y sin razonar. El país se ha dividido en dos.
Los inútiles del gobierno y los expertos en crisis de la oposición, de las teles y de las redes.
Todo el mundo tiene una idea mejor. Bueno ideas no contraidea, o sea no sabe cómo, no sabe qué, pero lo que se hace “no es lo correcto”. Tienen mucha experiencia en Virus y pandemias,
Lo que más me preocupa es la gente que sin pararse a pensar, se suman a todo tipo de críticas. Hay que parar el país. No vamos a trabajar pero no queremos dejar de cobrar. Arrasamos con productos de primera necesidad, dejando las tiendas vacías, para los que no pueden madrugar o no tienen capacidad de acaparar no compren, o criticamos a todo aquel que sale a la calle sin saber si sale por prescripción médica, o……
Cualquier ignorante es alabado, aunque propague que la solución de esto hubiera sido aplicar una regla de tres.
Me preocupa si el nivel es este, y que pueda quedar residuos cuando esto acabe, porque la solidaridad de los aplausos, de las protestas de Change y las quejas en redes sea lo que nos quede. Mientras el Ibex vuelve a salirse con la suya. Por momentos casi deseo que Unidas Podemos y sus confluencias, no estuviera en el gobierno.
Pero luego pienso en las medidas que se están tomando, y digo: merece la pena el desgaste.