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Pacto sobre la Migración y Asilo: Las propuestas de la Comisión nos abocarán a más Morias

La Comisión Europea entierra la idea del reparto obligatorio de refugiados en favor del ‘patrocinio de retorno’ para diseñar una solidaridad flexible y a la carta en la que algunos paguen y otros acojan. El Gobierno de España responde que «estudiará la propuesta con atención»

¿La solidaridad puede tener apellido? En el caso de la Unión Europea, sí. Y, en relación con la propuesta de la Comisión Europea para el nuevo Pacto de Migración y Asilo, esa solidaridad es flexible, o a la carta, o a medida de los gobiernos que no quieren acoger migrantes ni refugiados y que vetan cualquier tipo de pacto en una política que requiere unanimidad. Es decir, básicamente Austria y los cuatro de Visegrado (Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia). Pero, ¿en qué consiste? La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lo ha dejado claro: «No se trata de si un país debe mostrar solidaridad, sino de cómo debe mostrarla».

¿Solidaridad a la carta? «No, nuestra propuesta no fija cuota de reparto obligatorio». La comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, ha sido elocuente este miércoles: la solidaridad entendida como una corresponsalidad de los 27 con un problema que sobre todo sufren los países de la frontera Sur de Europa (España, Italia, Grecia y Malta) no existe en esta propuesta de pacto. Sí estaba en la de la Comisión de Jean-Claude Juncker para abordar la crisis de los refugiados de 2015. Pero nunca prosperó, precisamente por la oposición de Austria, Visegrado y la Italia de Matteo Salvini –hombre fuerte en Roma en 2018 y 2019–.

«Habrá cuotas y puedes elegir si contribuirás a tu cuota a través de la reubicación o el patrocinio de retorno o una combinación de ambos. No hay ningún mecanismo que diga que tienes que hacer, especialmente la reubicación. Si lo deseas, siempre puedes elegir un patrocinio de devolución. Y eso se debe a que necesitamos tanto la reubicación como el regreso», ha dicho Johansson.

¿Y en qué consiste la solidaridad flexible? Consiste en que quien no quiera acoger refugiados puede dedicarse a contribuir en los retornos, o con logística o con apoyo financiero en los puntos de llegada. Es decir, que el canciller austriaco, Sebastian Kurz, no tendrá que acoger a ninguna persona rescatada en el Mediterráneo que huye de las guerras y el hambre. Podrá elegir entre financiar su repatriación o instalaciones para agilizar los controles en las fronteras.

¿Patrocinio de retorno? Es la expresión que ha elegido Bruselas –return sponsorship– para definir la contribución de aquellos países que no quieren acoger migrantes ni refugiados. «El nuevo mecanismo de solidaridad se centrará principalmente en la colaboración en la reubicación o el retorno», dice Bruselas. De esta manera, «en el marco del retorno, los Estados miembros proporcionarían todo el apoyo necesario al Estado miembro bajo presión para devolver rápidamente a quienes no tienen derecho a permanecer, asumiendo el Estado miembro de apoyo toda la responsabilidad si el retorno no se lleva a cabo dentro de un período establecido. Los Estados miembros pueden centrarse en las nacionalidades en las que vean más posibilidades de tener éxito. Si bien cada Estado miembro tendrá que contribuir con la reubicación y/o retorno, y se aplicaría una clave de distribución, los Estados miembros tendrán la flexibilidad de decidir si compartir su esfuerzo y en qué medida entre las personas que serán reubicadas y aquellas a las que se aplicaría el apoyo para la devolución».

En el marco del patrocinio de retorno, «un Estado miembro se compromete a devolver a los migrantes irregulares sin derecho a permanecer en nombre de otro Estado miembro, haciéndolo directamente desde el territorio del Estado miembro beneficiario de la ayuda», dice la Comisión Europea: «El Estado miembro patrocinador proporcionaría, por ejemplo, asesoramiento sobre el retorno a los migrantes irregulares con fines de retorno voluntario, ofrecería apoyo económico y práctico para ayudar en su retorno voluntario y reintegración o lideraría el diálogo sobre políticas con países no pertenecientes a la UE en nombre de otro Estado miembro para facilitar la identificación y readmisión. Esto se haría mientras el migrante irregular todavía se encuentra en el territorio del Estado miembro beneficiario que se beneficia de dicha ayuda».

«En sus planes de respuesta solidaria, los Estados miembros podrán elegir qué nacionalidades desean patrocinar el regreso», explica Bruselas. «Si estas personas no han regresado en un plazo de ocho meses (o cuatro meses en una situación de crisis), serán trasladadas al territorio del Estado miembro patrocinador para finalizar el procedimiento de retorno desde allí».

¿Hay otras formas de solidaridad a medida? «Las contribuciones solidarias pueden consistir en medidas destinadas a fortalecer la capacidad de un Estado miembro específico en el ámbito del asilo», responde Bruselas, «la recepción o el retorno. Ejemplos de dicho apoyo incluyen la asistencia para poner en marcha una capacidad de recepción mejorada (por ejemplo, infraestructura), asistencia financiera o de otro tipo para la infraestructura y las instalaciones necesarias para hacer cumplir mejor las devoluciones, así como material o medios de transporte para las operaciones de retorno».

Las contribuciones también pueden incluir medidas destinadas a apoyar a un Estado miembro específico en aspectos externos de la gestión de la migración, por ejemplo, mediante el compromiso con países de origen o tránsito de fuera de la UE o la financiación dirigida a gestionar la situación de asilo y migración en un país de fuera de la UE desde donde se están produciendo llegadas.

¿… Y qué pasa con las fronteras? Pues la Comisión Europea quiere reforzar los controles y agilizar las devoluciones. De esta manera, Bruselas quiere establecer «un procedimiento de asilo en frontera nuevo y más rápido y, en su caso, seguido de un procedimiento de retorno rápido, para acelerar la toma de decisiones y hacer que los procedimientos de asilo sean más eficientes». El plan de la Comisión Europea es «centrarse en los solicitantes en lugar de en las solicitudes para determinar la responsabilidad de las solicitudes de asilo; impedir los movimientos no autorizados a otros Estados miembros; facilitar la reubicación y un mejor seguimiento de los repatriados; hacer un seguimiento del apoyo para la salida voluntaria y la reintegración».

Así, Bruselas propone introducir «por primera vez controles fronterizos previos a la entrada de las personas para identificar a quienes cruzan las fronteras exteriores de la UE sin permiso, o que han sido desembarcadas después de una operación de búsqueda y salvamento». El Ejecutivo comunitario quiere que se establezcan, además, controles «de salud y seguridad, toma de huellas dactilares y registro en la base de datos Eurodac».

¿Eurodac? Eurodac se modifica para «incluir el recuento de solicitantes individuales en lugar de solicitudes. Esto ayudará a aplicar nuevas disposiciones sobre la transferencia de responsabilidades dentro de la UE, evitar los movimientos no autorizados a otros Estados miembros, facilitar la reubicación y garantizar un mejor seguimiento de los repatriados», afirma Bruselas. «También hará un seguimiento del apoyo para la salida voluntaria y la reintegración. El nuevo Eurodac sería totalmente interoperable con las bases de datos de gestión de fronteras, como parte de un sistema de gestión de fronteras y migración integral e integrado».

¿Y cómo se hacen los nuevos exámenes en las fronteras? Es un nuevo procedimiento que sería aplicable a todas las llegadas a las fronteras exteriores y también a quienes llegarían y desembarcarían tras una operación de búsqueda y salvamento. El tiempo que duraría esta revisión es de cinco días. Y durante este tiempo, a las personas que estarían llegando serían se les revisaría su identidad, su salud, y también se realizaría un control de seguridad. La evaluación también permitiría la posibilidad de canalizar a las personas hacia los procedimientos correspondientes: un procedimiento de asilo en la frontera o un procedimiento de asilo normal o de protección internacional.

En paralelo, la UE propone reforzar alianzas con países de origen para agilizar los retornos.

¿Por qué algunas ONG critican los procedimientos rápidos de asilo en frontera? Las organizaciones especializadas en asilo alertan de que los estudios exprés de peticiones de asilo tienen el riesgo de dejar de lado el respeto de todas las garantías, como la exigencia de un análisis individualizado de cada solicitud, como exige la Convención de Ginebra. Quienes solicitan protección internacional suelen haber vivido situaciones traumáticas que, en numerosos casos, dificultan describir con rapidez un relato coherente de los episodios que les han empujado a huir.

¿Y qué opinan los políticos? El Gobierno de España, que siembre ha abogado por las cuotas obligatorias de reparto, reaccionó con frialdad diez horas después de conocerse la propuesta para decir que la «estudiará con atención».

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